Aquí yacen todos aquellos
relatos que sistemáticamente
perdieron o perderán cualquier
concurso al que se presenten.

"No se permite el ingreso de algoritmos,
átelos fuera por favor."

Damián Silva Fernández.

La noche que vimos ovnis con mi vieja

Cuento resultante de un taller de escritura para mejorar historias de 300 palabras. O algo así.

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Devuelta

Solo una vuelta más. Solo media vuelta más. Lo mejor que puedo hacer es hacer de cuenta que no escuché nada. Ni eso último ni nada. Solo vine a dar veinte vueltas a la plazoleta escuchando música.

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Es de no creer

"Saqué lo que me quedaba de vino de la campera y le di unos tragos que sabían a Dios. Un Dios picado, pero Dios al fin."

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oTREDAd

"... Me interrumpo en un momento para contemplar los estantes. Había algo raro en ellos, no se veían como siempre pero no podía identificar qué era lo distinto. Yo creo que ella cambia las cosas sin consultarme."

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La lidia

"... No fue solo Buenasuerte sino todo su linaje, sus ancestros y la enajenación esclava de tantos años atormentados los que acometieron salvajemente en una corrida que hizo temblar con cada paso la Plaza en la que el aire era contenido por todo el mundo."

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Té Sommeliers

"... Y cada vez que Magdalena acariciaba, ansiosamente, aunque sea sólo la manga de seda del vestido, Virginia rechinaba los dientes. Pero luego sonreía, claro, como era costumbre en las mujeres de su familia, inclinando un poco la cabeza y mostrando solamente algunos dientes de la mandíbula superior, cepillados con antelación por la ocasión."

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La cuadra Prohibida

"... En aquel infinito de oscuridad degradé solamente se distinguía algo similar a un muro viejo de ladrillos. Esforcé la vista intentando apreciar algo más en esa oscuridad, pero de golpe vino mi madre, me agarró del brazo y cerró la ventana. Me dijo que tenía prohibido mirar lo que había enfrente y que nunca me acercara; que era terriblemente peligroso. Le di un beso y se fue creyendo en mi palabra."

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El día que el niño increíblemente pequeño que solo miraba para arriba conoció al niño increíblemente grande que solo miraba para abajo

"... “¿Sos un puercoespín?”. Ulises lo miró atónito. “¡¿Un puercoespín?! ¡¿Yo?! ¡¿No ve que soy un niño!?” respondió Ulises. “¿Y por qué te defendés como un puercoespín… pinchando?” preguntó Tomi."

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El Desabrazador

"Y fue en el instante preciso de rozar sus labios que mi cuerpo empezó a convulsionar prendido fuego y sentía cientos de historias recorriendo como un torbellino mis neuronas para extinguirse aún más rápido que las otras veces."

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Cuerpxs

Esta vez no tuve más remedio que abrir el frasco de mi corazón. ¿Y sabés qué? No había caso. Intenté con las dos manos, con un repasador seco, con una rejilla mojada. Tuve que meter incluso un cuchillo de costado para levantarle la tapa a ver si con eso… Y nada. ¿Entendés? Ni cuando más lo necesitás podés contar con él. Y después te piden que confíes, que lo escuches, que él sabe, que nunca se equivoca… Esos porque andan con el corazón destapado por la vida, como si no les importara que se les meta algún bicho y se les eche a perder. Yo no sé si ya tienen el corazón podrido y no se dan cuenta. O si el problema soy yo de nuevo, que no me gusta andar al descubierto, vaya uno a saber. Pero esta vez realmente lo necesito. Así que le doy un breve descanso a mis brazos y vuelvo ensañado a abrirme a como dé lugar. Aprieto los dientes y todo. De a poco, después de varios intentos, siento que la tapa empieza a ceder y aprovecho el envión para girarla del todo antes que se atasque otra vez. Una vez abierto… lo primero que hice fue olerlo. Lo que se dice mal… no estaba… Y como no quería llegar tarde a esos planes de los que todavía no le dije a nadie, me apresuré a terminar con el asunto. Agarré una cucharita de té y rasqué del frasco lo poquito que quedaba, menos de una tostada diría yo. Lo junté lo mejor que pude y, sin pensarlo dos veces, me lo empecé a untar por toda la cara. Por suerte no era tanto, sino me daría más vergüenza de la que ya me está dando. Hoy, ahora. Con ustedes. Esta noche. En este preciso momento.

Tanto tiempo

Una vez estuve listo, salí a caminar. A enfrentar el mundo sin importar que nadie me esperara en él. Di todas las vueltas que me hicieron falta, pero sin mirar a nadie a los ojos. Hay que tener cuidado con eso. Puede uno entrar en el mundo del otro, así de imprevisto, sin poder hacer nada al respecto. Sin retorno tal vez. Y yo no estoy para correr esos riesgos. Así que me concentré solamente en mí todo lo que pude. Caminé y caminé como una burbuja entre tanta gente. Protegido por los restos de mi corazón embadurnados en la piel, pero sin que nadie lo notara. Y me salió bastante bien durante largo rato. Hasta que me encontré con aquel pobre hombre que no miraba para ningún lado. Entonces me frené y no pude evitar verlo a los ojos. Parecía haber perdido algo que de igual manera que no estaba buscando. Tardó, yo diría, unos cuantos minutos en darse cuenta que lo estaba mirando. Al principio me sostuvo la mirada, imagino yo, esperando que lo salude. Que sea yo un vecino, un viejo compañero de primaria, o algo por el estilo. Cuando se dió cuenta de que nada de eso iba a suceder empezó a esquivarme la mirada, incómodo. Pero yo ya no podía salir. Quedé atrapado en su cabeza, a la espera de que me suelte de una vez. Él me retenía insistentemente aunque no lo deseara, evitando mirarme de frente y todo. El sol empezó a pegarnos fuerte. Y así y todo seguimos, largo rato en la calle en una especie de duelo western medio patético, al revés del convencional incluso, donde nosotros hacíamos lo imposible por sacarnos la vista de encima. Debió ser por eso que, después de tanto tiempo, la gente empezó a caminar por el lado de enfrente.

Pobre gorrión

Volviendo un poco, encarando ya la retirada, empecé a sentirme cada vez más cansado. Ya no me quedaban restos de corazón en la cara y me tocaba guardarme hasta llenar el frasco de nuevo si quería volver a salir a este mundo tan desgastante. A partir de un momento empecé a caminar por calles cada vez menos asfaltadas, zigzagueantes. Por suerte no estaba yendo a ningún lado, sino ya estaría perdido. La gente acá se conocía. ¿Sabés? No se esquivaban la mirada ni se llevaban puestos. Se cruzaban de calle y se preguntaban cómo estás. Una señora en una ventana espera que su hijo colectivero pase en su recorrido de siempre para saludarlo unos segundos. Hay perros sin dueño, sueltos en la calle que te acompañan todo el tiempo que piensen que tenés comida para darles. Por encima, un gorrioncito me sigue todo el trayecto de paredones que desemboca en un potrero. A mis espaldas oscurece mientras sigo al sol en el horizonte. A medida que avanzo siento que mis pies se hunden cada vez más y más en el suelo. Primero fueron los tobillos, luego las rodillas. Las sirenas rompen de a ratos el silencio y pintan todo de rojo. Entonces el aire se tensa. En las paredes hay pintadas reclamando por pibes que ya no están y que son extrañados. ¿Me extrañará alguien a mí? Me pregunto mientras mi cuerpo se termina de hundir del todo en el pasto de la canchita. ¿Pintará alguien una pared por mi ausencia, ahora que ya no estoy? Pero la soledad me duró poco porque el gorrión de un momento a otro dejó de revolotear y cayó en picada justo encima de mí. Le asestaron dos tiros de todos los que le dedicaron esos dos, que a alguien andaban buscando. Empecé a sentir cómo su cuerpo se enfriaba mientras ellos deliberaban qué iban a hacer con el cadáver. Apagaron la sirena para no hacer bulla, pero de pronto todas las luces de las casas se fueron prendiendo alrededor de la canchita para verles claramente la cara a los dos uniformados que habían matado al único pájaro del barrio.

Fondo

A todo esto, yo seguía bajo tierra. Porque una vez que empecé a hundirme, no paré más. No había nada de qué agarrarse, el vacío era absoluto, solo caída. En un momento sentí que empezaba a desarmarme, a desintegrarme del todo en medio de la oscuridad. O eso pienso porque no se ve nada. Y se siente aún menos de lo que se ve. Pero escuchar se escucha todo. Arriba hay un griterío bárbaro. Y una parte de mí quiere estar ahí, levantando mi voz junto a los demás. Pero otra parte quiere solamente el silencio. Y no lo encuentro. Hunda lo que me hunda, me desintegre lo que me desintegre, no logro desaparecer. Y eso que ya no estoy. Allá no estoy para nadie. Y acá cada vez queda menos de mí. Me queda menos. Casi nada. Sigo cayendo estrepitosamente, cada vez más rápido. Me da miedo el impacto. Como el que debió temer también aquel pobre gorrión después de los disparos. Pero una vez que me desarmé por completo, cuando no supe ya dónde estaban mis partes, pasé a ser la nada entre la nada. Entonces no hubo más caída. No había ya nada qué caiga, ni hacia dónde. ¿Llegué a algún lado? Me encantaría, de verdad, (mirando a Martín) poder decirte qué hay en el fondo, ya que estoy acá. Pero la verdad es que no lo sé. Nadie parece saberlo. Y eso que estamos todos. ¿O no? Yo siento que los traje. (Mirando al público) ¿O dónde están ustedes ahora? ¿Están conmigo? ¿Están acá? No los veo. ¿Están cayendo todavía? ¿O ya impactaron? ¿Se desintegraron ustedes también? ¿Dolió? ¿Están mejor al menos? Yo estoy un poco mejor. ¿Ustedes están mejor? (A Martín y Orne) Entonces, mejor, cortemos acá. Porque estar bien es solo por un momento. Y no va a faltar oportunidad para que todo vuelva a echarse a perder. Pero para cuando suceda, agarren eso que tienen en el corazón. Abran esos frasquitos y les juro que van a encontrar cosas nuevas ahí a partir de esta noche. Cosas que les fuimos juntando para ustedes. Si no me creen, ábranlos. Pero no todavía. No que todavía falta. Van a saber cuando sea momento. Y nosotrxs vamos a estar ahí también, para alcanzarles un repasador si hace falta.

Copos de fuego (9)

Una humareda me cubre por completo y no logro ver absolutamente nada. Los gritos aterrorizados llegaban desde los pisos. El impacto lo recuerdo muy poco. Casi como si empezara sin terminar.

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8

"Ubico mi objetivo en la orilla y comienzo a nadar para ganarle a la marea y a mi hermano una vez más. Las sombrillas y las carpas no se veían tan lejos, pero al mirar a mi alrededor no vi a mi hermanito por ningún lado."

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2

"No nos llevó demasiado tiempo la verdad, es una de las ventajas de cuando está fresco todavía. Y el sótano tenía casi la gentileza de tener una basta rejilla de desagüe propio. En menos de una hora esos grilletes quedaron como nuevos."

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4

"Me cuelgo del timbre y súbitamente todo termina cuando me abren la puerta. No se ven ya Cascarudos, ni Gurbos o Mano alguno en el mundo. Entro respirando profundo, dejando todo eso atrás; encerrándolo en una mochila."

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La última vez que nos vimos

"No me había dado cuenta hasta este momento que estaba siendo un día muy soleado. No se veía absolutamente nada dentro del túnel de la escalera. No podía siquiera distinguir si la luz realmente estaba encendida. Aferrado a la baranda bajo lentamente los escalones. Esta escalera, además de un túnel, es la casa Cholfac."

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La muerte en tramos

"¿Quién sabe cómo es no morir y que sin embargo te den por muerto todos los días? Tener que recordar a diario que seguís ahí, que en algún otro lado estabas."

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Oblícuo

"Es como si en el fondo todos quisieran realmente que todo se destruya. Quizá, todo aquello que entendemos como sadismo no es más que nuestra verdadera esencia volviéndose loca por el encierro."

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Algo nos escucha

"Cuando oye es muy distinto a cuando no está. Porque te hace saber que de todas formas está ahí."

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David y Goliat

"Yo estaba de camino al trabajo cuando lo vi. No podía distinguir lo que estaba observando a mitad de la calle. “Fueron ellos” escucho."

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Una cosa lleva a la otra

"Cuando la vio irse se preocupó por los dos. Algo le apretaba el pecho y no era el asma. Volvió a la partida, pero ya había muerto."

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Pero te miro y veo

" - Yo no estoy diciendo que nos bajemos y destruyamos todo. Pero por una vez podríamos por lo menos dejar de hacer de cuenta que todo está bien, que vamos por buen camino."

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Mamá hundió un barco

"Era un viaje largo. No costaba nada flaquear. Pero el Capitán estaba seguro de llegar exitosos. No fue sino hasta el atardecer que su Contramaestre le informa con urgencia que han divisado una figura."

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Hojas de laurel

"Solía pensarse acompañando al sol recorrer la Tierra desde el Cielo. ¿Vería a gente conocida pasar?. Si no pudiera nunca detenerse, ¿extrañaría alguna vez la noche?."

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El mar desde abajo

"Todo ese tiempo que siempre se le escurría sin que pudiera hacer nada al respecto de repente estaba al fin ahí: casi mirándolo de frente, como si le dijera: “y ahora, ¿qué vas a hacer?”. Y entonces, él hizo un arroz con mejillones: queso, pan y más vino."

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3

"Cuando me estaba yendo empiezo a escuchar algo inquietante. Me alejo caminando cada vez más lento y me concentro solamente en lo que escucho. Distingo perfectamente el masticar de una bestia."

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El Laberinto

"Me miró fijamente, por primera vez en mucho tiempo, y me pidió que enseguida, en la inmediatez, sean ocho."

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6

"Recuerdo que a este punto no habíamos llegado ni a la cuarta parte de todo el pis que íbamos a terminar haciendo. Por lo que estuvimos bastante tiempo muy cerca, apretados por los costados, pero aún así haciendo lo imposible por que nuestros penes no se rozaran."

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10 - "¿Quién vive?"

"No estaba en este lugar desde la revuelta de los Replicantes. Es raro cómo funciona el tiempo en casos como ese. Suceden de una manera tan abrupta que se puede determinar perfectamente cuándo empezaron; pero tardan tanto en desaparecer…"

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12

"El ciervo estaba dejando su vida sacudiéndose con todas sus fuerzas y fue su grito desgarrador el que terminó de quebrar el aire esa noche."

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13

"Con Franco fuimos a mear en la ducha, fumamos también ahí creo. Y ellas se turnaban el inodoro. Nos reímos mucho, mucho. Y nos besamos mucho más."

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Como luciérnagas de interior

"Pero lo realmente trágico llegó el fin de semana que nos quedamos sin luz. El desbarajuste en el edificio se dio de inmediato. Gritos, mensajes, llamadas, escaleras y pasillos alborotados. Y no era para menos."

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​GUIONES
18Aug

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30May

Link al guion del cortometraje.

MUNDIAL DE ESCRITURA

1

"¿Lo podés creer? ¡Entonces se me vino de golpe nuestra historia! Fue como una ola que me cayó de enfrente (o una de las cascadas del Normal)."

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3

"Debo reconocer que al principio solo me empujaba, no demostraba verdadero interés en pegarme. Pero fue mi insistencia en pelear la que realmente pareció enojarlo, porque me reventó la cara."

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5

"Creía que si seguía caminando a su ritmo iba a llegar mucho más tarde, pero que si me abría por mi cuenta podía caminar rápido o incluso correr si hiciera falta para llegar a casa a tiempo. Lo que tampoco calculé era que el puente fuera tan pronunciado."

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7

DÍA DE FRANCO - NO SE ESCRIBIÓ.

9

Sebas y Danilo se disponen el uno al lado del otro, se peinan y aclaran la garganta al mismo tiempo. Respiran profundo y chequean que no haya pasado un minuto en todo eso como para poder atender en horario. Se miran. Danilo acepta la videollamada.

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10

Empiezo mi nueva novela a un ritmo que mis dedos no pueden contener. Pero todavía no decidí si mi novela va a ser una ventana o un colchón. Lo importante es que empezó. Y entonces me tengo que presentar. Mi nombre es Chester, Chester Bloom.

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11

“¿Quién te dijo que eres un fracasado? ¿La sociedad? (...) Verónica Vazquez de Lagos Editorial Independiente de Puebla Puebla, México. 2004.”

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13

La cama quedó abierta de sopetón, de derecha a izquierda. Una pantufla por debajo no fue encontrada a tiempo aquella mañana, segundo gran detonante de la tragedia. El primero habrá sido una alarma postergada más que lo suficiente.

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14

DÍA DE FRANCO - NO SE ESCRIBIÓ.

1

"Pueden parecer inofensivos al lado de ella, ya que apenas le llegan a la cintura. Pero no hay que confiarse, conozco su naturaleza salvaje. Lo sé porque en un enfrentamiento directo uno de ellos me mordió muy fuerte. Pero eso es parte de otra historia."

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5

"Después de ese tiempo me daría tanto fotos, como videos, audios, mensajes, comentarios, likes y hasta testimonios del infiltrado en contacto con Eduardo. Debo confesar que inmediatamente empecé a sentir mucha culpa y conforme iban pasando los días empezaba a arrepentirme un poco más cada vez."

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7

"Pero todo fue perdiendo gracia con el tiempo cuando la plata que perdía pasó de ser la suya a la nuestra y sobre todo cuando pasó de ser la nuestra a la de nuestros hijos."

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8

"Aquel extremo, encendido en llama, había bifurcado su destino eterno entre negra ceniza y blanquecina humarada."

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9

"Ahora mismo estoy con Crónica en mute mientras a escasos centímetros mío nieva por primera vez en casi noventa años. Lo más loco es que cuando leas esto te vas a poder acordar exactamente qué estabas haciendo en el preciso momento en que yo la escribía."

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11

"Recuerdo cuando era chico cómo ansiaba el único momento en el año que mi mamá me daba un encendedor para prender fuego algo hasta consumirse."

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14

"Habíamos perdido nuestras carpas, nuestra ropa, nuestras joyas, nuestra comida. Muchos habían perdido la vida. Pero de todas las pérdidas, Kavi no paraba de lamentar la cámara de fotos."

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Eso que siempre quise que leas

"Este es el momento de ser ese que siempre quise ser más adelante. Sobre todo porque para ser ya tuve que haber sido, y si no estoy siendo ahora de acá a que sea va a ser lo mismo que haber sido nada. Yo no quiero alarmar a nadie, pero se ve el linde. No sé hace cuánto, pero ahí vamos."

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Track

"Le temblaban los brazos y su vista se nublaba. Algunos farolazos de autos la cegaban aún más. Bocinas e insultos. A duras penas llegó al enrejado del portal donde se desvaneció. Nuevamente, como cuando atravesó aquella ventana, logró posicionarse de espaldas en el momento justo."

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Nuestro pequeño secreto

"Era la primera vez que tomaba la mano de Fede. Agus intentaba llevarlo con seguridad, pero no podía apretar del todo su mano. Por su lado, él no parecía ejercer ningún tipo de resistencia. Esta entrega de su parte no le daba más confianza a Agustina, quien al cerrar la puerta de su casa se encontraba ya en la calle con su hermano a cuestas."

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Por no pensarlo un segundo

"Resulta que mi lugar era parte de un lugar mayor que era nuestra fila y ella estaba allí, donde no pertenecía."

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Suerte con eso

"Vuelvo a agarrar el toro por las astas y me percato de nuevamente estarme boicoteando. Ya no me sorprende, pero no sé por cuánto tiempo lo pueda seguir soportando."

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Algo nos escucha

"Cuando oye es muy distinto a cuando no está. Porque te hace saber que de todas formas está ahí."

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Teoría china sobre la amistad

"A veces les ordeno algunas cosas en las góndolas, sobre todo si fumé. Es que la gente saca productos y después los pone en otro lugar. En el piso por ejemplo."

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Nada como un fuerte sentimiento de correspondencia

"Estoy perdiendo las cosas de mi casa muy seguido últimamente. Y hace un tiempo que estoy completamente solo, vos lo sabés bien. Sin embargo pierdo muy seguido las cosas, amigo. El tema es que hace poco las empecé a ver mientras se movían."

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La última seca

"Tal vez sea como decían los antiguos egipcios, que algo al otro lado te llevás. Yo me llevaría algo que lo haga más divertido."

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Como medio kilo de camarones

"Total. Entonces se quejan, se agolpan, se abrazan, refunfuñan, se chocan, casquean y hasta levantan la voz de tramo en tramo."

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NOVELA
Vacío

A partir de aquí puede dejar su moral atrás, créame, no la necesitará.

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TEATRO
  •  30-05-2016 12:00 AM

Monólogo breve que perdió participando en la convocatoria "Monólogos de la Peste" de Salas Caras y Caretas.

Deshauciados

Escena 2 (Se enciende la pantalla de fondo mientras se retiran los actores. La pantalla está en blanco y aparecen sobre ella unas placas con texto. Se lee:) “En noviembre del 2012 Miguel hizo una publicación anónima: Busco un amigo. Después de recibir las burlas esperables, obtuvo una sola respuesta positiva.” (Suena un timbre de departamento. Se apaga la pantalla)

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Sobre el autor image
Le advertimos que ​no insistiera...
  • Saavedra, Buenos Aires, Argentina